martes, 10 de mayo de 2011

ACTUACIONES CON LAS FAMILIAS

La personalidad se desarrolla a raíz del proceso de socialización, en la que el niño asimila las actitudes, valores y costumbres de la sociedad. Serán los padres los encargados principalmente de contribuir en esta labor, a través de su amor y cuidados, de la figura de identificación que son para los niños (son agentes activos de socialización). Es decir, la vida familiar será la primera escuela de aprendizaje emocional.
Por otro lado, también van a influir en el mayor número de experiencias del niño, repercutiendo éstas en el desarrollo de su personalidad. De esta forma, al dirigir la mayor parte de las experiencias de los niños, los padres contribuyen al desarrollo de la cognición social.
Partiendo del hecho de que los padres son el principal modelo de imitación de sus hijos, lo ideal sería que los padres entrenaran y ejercitaran su Inteligencia Emocional para que sus hijos puedan adquirir esos hábitos.



Estamos trabajando mediante reuniones, entrevistas y charlas formativas los siguientes contenidos:


- Aceptación del niño tal como es
- Aprender a valorar las características diferenciales que hacen a su hijo un ser único
- Establecer metas realistas
- Tratar al niño con respeto según sus sentimientos y preferencias
- Guiarles en el establecimiento de sus objetivos
- Escucharles verbal y, sobre todo, no verbalmente.
- Canalizar los sentimientos negativos que tienen hacia sí mismos o hacia los demás.
- Ayudarles a que refuercen sus comportamientos positivos
- Evitar conductas sobreprotectoras y fomentar la autonomía
- Procurarles buenos modelos
- Invertir calidad de tiempo en realizar actividades y procurarles diversidad de experiencias,
- Hablarles de igual a igual
- Compartir responsabiliades domésticas







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